Siete organizaciones conservacionistas han reclamado a la Junta el fin de la suelta de rehalas en espacios naturales protegidos de la región, al considerar que los perros de caza «pueden molestar e incluso atacar y matar a especies protegidas».

Adenex, Amus, Anser, Dema, Ecologistas en Acción de Extremadura, Ecologistas Extremadura y Grus han remitido un escrito a la consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, en la que manifiestan su «preocupación» por el uso de rehalas en lugares legalmente protegidos.

«No es posible garantizar que los perros que se están liberando no molesten e incluso maten a especies protegidas», han señalado los colectivos en una nota.

A su juicio, las sueltas de perros podrían poner en peligro a varias especies protegidas, especialmente a mamíferos como gatos monteses, ginetas, tejones, meloncillos, lobos ibéricos y linces ibéricos.

De igual forma, han puesto de manifiesto que en el Parque Nacional de Monfragüe «hay, al menos, un lince ibérico y varios más en el entorno cercano», por lo que creen que las sueltas de perros pueden dificultar el asentamiento de esta «valiosa especie».

Además, han manifestado su preocupación porque el próximo sábado, día 14, se pretende celebrar una montería de control poblacional en la Finca La Madroña, dentro del Parque Nacional.