Es como si hubieran venido los Reyes Magos y nos hubiera tocado la lotería el mismo día. Así de contentas estamos», dicen con alegría desde Nueva Vida, en Badajoz, donde dan apoyo a usuarios y sus familias con problemas de drogadicción. Esta asociación sí recibirá este año la subvención del 0,7% del IRPF (la que sale de marcar la casilla de fines sociales en la declaración de la Renta), por lo que podrá seguir abierta y mantener los puestos de trabajo. En la convocatoria de 2018 se quedaron fuera de las ayudas, lo que provocó que tuvieran que suspender actividades y que sus empleados estuvieran meses sin cobrar. Buscaron financiación «hasta debajo de las piedras» para no tener que cerrar. Han logrado sobrevivir y la inyección económica de ahora es oxígeno. «Recibiremos casi el doble de dinero que hace dos años», aseguran. Algo más de 97.400 euros.

Al igual que Nueva Vida (que denunció su situación en las páginas de EL PERIÓDICO EXTREMADURA), hasta 19 asociaciones que el año pasado perdieron esta subvención (después de años e incluso décadas recibiéndola) han vuelto a recuperarla. En 2018 la gestión pasó del Gobierno central a la Junta de Extremadura, que estableció unos criterios de reparto que después ha tenido que modificar porque, según denunciaron los afectados y reconoció posteriormente el Ejecutivo regional, no eran equitativos.

A la convocatoria de este año -se disponía de 6,7 millones de euros para distribuir- han acudido 166 asociaciones y 52 serán beneficiarias. Asimismo, de los 439 programas presentados por estas entidades, 111 recibirán financiación.

Entidades como Amadrovi, Madres contra la Droga de Villafranca de los Barros; o Afade, la asociación de Alzheimer de Zafra, que denunciaron igualmente su situación el pasado año porque, tras la resolución de las ayudas, se encontraban en peligro de desaparecer, también han podido entrar en esta convocatoria.

Así, el 30% de las solicitantes contarán con este dinero que es fundamental para que puedan darle continuidad a sus proyectos, los cuales se centran en el ámbito de la discapacidad, las enfermedades degenerativas, el fomento de la igualdad, las adicciones, los trastornos alimenticios...

El nuevo reparto supone una cobertura un 10% mayor que en el pasado año, en el que solo 33 de las 160 entidades (el 20%) y 91 de los 484 programas recibieron la ayuda (la cuantía a repartir era de algo más de 6 millones de euros).

LA OTRA CARA DE LA MONEDA/ Pero este año hay todavía un 70% que se ha quedado fuera. «Por ejemplo Coria o Norte de Cáceres», denuncia José Cortés Arriero, presidente de la asociación de Alzheimer de Zafra. «A nosotros no han concedido subvenciones para dos programas, pero necesidades hay en todas partes», asegura. No son los únicos perjudicados.

La resolución publicada ayer en el DOE recogía que la suma de los proyectos solicitados supera los 22 millones de euros; es el argumento para justificar que resulta complejo cubrir todas las peticiones.

De momento, el cambio de criterio de la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales ha permitido que, al menos, suba la tasa de cobertura de estas entidades que dan apoyo y asistencia allí donde no llega el Estado.