UPA aseguró ayer que no ha pedido «a nadie, ni menos al presidente de la Junta», que se aplacen las elecciones al campo. La organización reconoció que ahora no está en el mejor de los escenarios pero dijo no tener «ningún inconveniente» en que los comicios se celebren el 12 de marzo, tal y como estaba previsto. No obstante, sí exige a la Junta la información necesaria para el proceso, por ejemplo el cruce de datos de los votantes con la Seguridad Social. También pide que se publique el censo de electores, algo que debería haberse hecho entre el 29 y el 30 de octubre.