Reproches y acusaciones a costa de la cuestión catalana. El presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y el líder del PP, José Antonio Monago, se enzarzaron ayer a cuenta del desafío independentista en Cataluña, para el primero, «un problema político y de convivencia», y para el segundo, «un golpe de Estado». En el pleno de la Asamblea, Monago reprochó a Vara que el líder del PSOE, Pedro Sánchez, esté «negociando con los que quieren romper España» y desmonte «consensos esenciales» para el desarrollo del país, como la unidad territorial y el principio de igualdad.

El jefe del Ejecutivo regional señaló que en Cataluña hay un «gravísimo problema de corrupción, el llamado 3%, de convivencia y un problema político», que es evidente cuando un Parlamento «en vez de aprobar leyes, aprueba declaraciones de independencia». Un problema que, remarcó, nos afecta a todos los españoles y que, a su juicio, el PP ha visto como «una oportunidad para poder recoger votos en el resto de España». Monago le replicó que «amar a España» es reconocer que «no hay un conflicto político en Cataluña», lo que hay es «un golpe de Estado, políticos presos porque son unos delincuentes, un presidente que desde hoy esta inhabilitado, un supremacismo independentista» y un deseo del líder de PSOE de ser presidente del Gobierno de España «a cualquier precio», y por eso «blanquea» todas estas cosas.

El líder del PP regional criticó el «silencio atronador» de un PSOE «irreconocible», que incluso «se sienta con los herederos de ETA», y le indicó a Vara que amar a España es «decirle a su líder (Sánchez) que por ahí no nos puede llevar al futuro de los españoles». Vara le respondió que hace tres años cuando este país tenía «gravísimos problemas de repetición de elecciones», los socialistas amaron «a España de verdad» y abrieron el partido «en canal» para que «hubiera gobierno», una altura de miras que, a su juicio, no tiene ahora el PP por interés partidista, sin darse cuenta de que quien se «aprovecha» de todo esto es Vox.

Por otra parte, el portavoz de Ciudadanos, Cayetano Polo, le cuestionó por el hecho de que la región haya perdido «2.400 habitantes en seis meses», algo que Vara ve «con preocupación» y afirmó que este dato es «la diferencia» entre los que han nacido, 3.700, y los que han fallecido, 6.000, en el primer semestre. Según Vara, el problema demográfico no es local sino general en toda España, debido a la caída de la natalidad.