Si alguien ha contribuido a confeccionar a su medida la estética reciente de la estrella del rock es Hedi Slimane, estilista, exdiseñador para Yves Saint Laurent y Dior y, sobre todo, fotógrafo. Su último trabajo con la cámara, que comenzó en julio del 2007 con las imágenes en blanco y negro de los rituales de los festivaleros que asistieron hace un año a Benicàssim, se completa con los retratos de algunos rostros emblemáticos de la actual escena británica con los que tiene amistad, como Amy Winehouse, Pete Doherty y Kate Moss. La culminación de todo ello es el triple volumen Rock Diary .

FORMACION AUTODIDACTA Slimane, nacido en París hace 40 años, empezó en la fotografía mucho antes de hacerlo en la moda, a la que llegó con una formación de sastre autodidacta. Tuvo su primera cámara cuando contaba 11 años, y a ella ha aplicado su obsesión de la última década, el estilo de vida de los jóvenes adolescentes y su relación como fans con iconos contemporáneos como los que han vestido la silueta andrógina de sus prendas, Karl Lagerfeld, Brad Pitt, Madonna y David Bowie. Tras romper su relación de siete años con la firma francesa a través de la que dio un nuevo aire a la moda masculina, Slimane ha regresado a las filas de la fotografía rock, un género que, bajo su punto de vista, cuenta en los últimos años con un gran número de efectivos pero carece del vínculo entre fotógrafo y artista que existía en los años 60 y 70, cuando compartían giras y camerinos. Su privilegiado estatus en la moda ha logrado convencer al líder de los Babyshambles, Pete Doherty, y a sus excompañeros de The Libertines; al músico estadounidense Beck; a Courtney Love (viuda de Kurt Cobain) en plena actuación, y al director de cine Gus van Sant para retratarlos con la misma cercanía que lo ha hecho con pandillas de skaters adolescentes de Los Angeles. Y todo ello, a la espera de su nueva colección.