La joven piloto sueca Malin Rydquist es toda una revolución en Instagram. Con solo 29 años cuenta con más de 100.000 seguidores, no por sus manejos al frente de un gigantesco Boing 747, sino por sus espectaculares posturas de yoga.

De origen sueco pero asentada en Croacia, explica que empezó a interesarse por el yoga a raíz de un accidente con el 'snowboard', en el 2008, causándole importantes dolores de espalda. "Lo intenté todo, pero lo único que me funcionó fue el yoga", confiesa en el 'Daily Mail'.

"El yoga me ayuda a entenderme mejor a mí misma y también a ser mejor persona con los demás", añade.

Esta piloto de avión explica que solo ha asistido a una clase de yoga y que el resto lo ha aprendido en su tiempo libre y disfrutando de los pintorescos paisajes de los lugares a los que ha viajado (cerca de 40 países). Su sueño, asegura, sería crear un 'resort' de yoga y abrir su propia línea de ropa de yoga.

Esta disciplina física y mental le devolvió a Rydquist la movilidad y la flexibilidad, tal y como presume la joven en sus fotografías colgadas en la red social.