Revólver, es decir, Carlos Goñi, acaba de publicar su primer disco en directo en formato eléctrico. Lo titula EnJoy, un guiño al local Joy Eslava, donde ofreció el concierto el pasado 27 de febrero. Y lo presentará oficialmente en Barcelona (sala Barts) el próximo 3 de octubre. ¿La pieza que abre el compacto? Mestizo, un tema clave en su cancionero que, cuando la sacó como sencillo, fue vetado por las radios. «En este país ir por libre tiene un precio. Y al parecer no gustó nada que cantara 'solo tengo una bandera digna de sacrificio y es la sábana que cubre el cuerpo de mi mujer'».La letra tiene más miga. Y es de una rabiosa y dolorosa actualidad, con frases del tipo «políticos corruptos llenos de fango hasta el cuello». Como también lo son otros títulos que ha querido recuperar. Como El Dorado (sobre la lucha por sacar adelante a una familia). Y El mismo hombre (el relato del día a día de un parado). Una canción que, desobedeciendo a los de su discográfica, quiso cantar en los Premios Ondas (1996). «Ante toda la cúpula de los medios audiovisuales, yo solté eso de 'las noches son eternas y los días igual frente al televisor'». Goñi admite que tiene «un problema» que le perjudica a nivel comercial y beneficia en el personal. «El poder como tal me provoca un rechazo absoluto. Nunca he tocado para ningún partido, y me lo pidieron el PP y el PSOE. Aunque sí lo hice para los ayuntamientos. Antes de la corrupción. Cuando pensaba que eran, digamos, algo más cercanos...»

Revólver nunca ha estado de moda. Pero siempre ha estado ahí. Ajeno a los vaivenes de los gustos. Y de las exigencias de la industria. Aunque admite que hasta hace muy poco, y gracias a un periodista, no acabó de entender su situación. «Algo que ni mi compañía ni mi mánager supieron explicarme. Dijo que para él Revólver es una banda muy deEl tema de Revólver, añade, se convierte entonces en algo inclasificable. «Lo que es genial, porque te permite hacer lo que te dicta el corazón».A dúo con Miguel Ríos

rock pese a que, por los motivos que fuese, no es una banda porque siempre soy yo solo, a mi libre albedrío. Y que jamás he estado en la ola. Cuando estuvieron de moda los cantautores, yo era demasiado duro para lo suave que entra el asunto del cantautor. Y cuando lo estuvieron los grupos de rock, mi actitud no era suficientemente dura para lo que se consideraba que tenía que ser».

En EnJoy ha querido tener a un invitado de excepción, Miguel Ríos (bueno, Goñi ya había accedido a acompañarle a él en varios de sus recitales de despedida). Un ajuste de cuentas, que saldaron tocando juntos Dos por dos. «Es el único que lo sabe casi todo. Por no decir absolutamente todo. Cuando él se pone a cantar, hace tan suya la pieza que te conviertes en un mero acompañante [por cierto, grande el solo de guitarra que se marca Goñi]. Pero ahí queda este pedazo de blues», suspira.