El Palau de Congressos de Tarragona acoge desde hoy hasta el 2 de mayo la exposición Somnis de ficció, que incluye el famoso vestido blanco de Marilyn Monroe que lució en La tentación vive arriba, y que se muestra entre otras 40 piezas de coleccionismo de películas míticas del cine.

La muestra, que se enmarca en el festival internacional de cine REC, plantea un recorrido por la historia del cine de Hollywood a través de piezas únicas usadas en rodajes. Se estructura en dos épocas y tres espacios: La época dorada, Hacia un nuevo Hollywood y Nuevos monstruos, nuevos héroes.

Entre las piezas también figuran diseños del vestido de Lo que el viento se llevó, un frac de Groucho Marx, la chaqueta de El gran dictador, un megáfono de Grease, un guante de Rocky, una espada de Indiana Jones, el uniforme de Forrest Gump, una máscara de El planeta de los simios, un casco de Darth Vader y la mano de Eduardo Manostijeras.

Todas las piezas forman parte de la colección privada de Maite Mínguez, una apasionada del cine que lleva años coleccionando objetos relacionados con el séptimo arte. Su colección la conforman más de 1.800 piezas y está considerada como una de las más importantes del mundo.

"Hace muchos años que compro en subastas, aunque el vestido de Gilda lo compré directamente a Debbie Reynolds", explicó Mínguez. También recordó que comenzó su afición por las piezas de cine con 15 años, cuando conoció a su marido.

"Buscábamos fotos firmadas y la primera que tuve fue de Sara Montiel", rememoró. Cuando tuvieron más poder adquisitivo comenzaron a comprar como parte de su "profesión", porque son productores y distribuidores de cine.

DOS PIEZAS DEL MISMO TRAJE

La pieza más cara de la exposición de Tarragona es el vestido de Marilyn, que compró directamente en una casa en Los Angeles donde se lo ofrecieron "porque sabían que lo estaba buscando". Hay dos vestidos blancos de esta película, "y este es el segundo que se hizo", añadió.

Debido a su extensa colección, Mínguez asegura que le gustaría montar un museo con todas sus piezas. "Ya he iniciado contactos en Barcelona, Madrid y París", reveló. La mayoría de piezas que se exponen en Tarragona ya se habían mostrado con anterioridad, aunque algunas, como una espada de Conan, es la primera vez.