El escándalo de los gastos amenaza la carrera política del ministro británico de Finanzas, Alistair Darling. El hombre que ha sido durante años la mano derecha de Gordon Brown pidió anoche "todo tipo de disculpas" tras descubrirse que cargó el mantenimiento de un piso de su propiedad cuando ya disfrutaba de la vivienda oficial que corresponde a su cargo en el 11 de Downing Street.

Darling reclamó 1.000 libras esterlinas (1.140 euros) por los gastos de comunidad de su casa, según indicó ayer The Daily Telegraph.

El responsable de Finanzas parecía hasta ahora tener asegurada la permanencia en su puesto, pero el desliz con los recibos puede cambiar su situación. Darling también está acusado de haber cambiado repetidamente la denominación de su segunda residencia, tres propiedades diferentes en cuatro años.