La provincia de Kosovo, con un 90% de su población de origen albanés, va camino de convertirse en un foco de inestabilidad que amenaza la paz en los Balcanes. La troika mediadora para las conversaciones sobre el estatus final del territorio, compuesta por Rusia, EEUU y la UE, dio por finalizadas las negociaciones sin acuerdo alguno ni posibilidad de alcanzarlo a corto plazo. El único logro palpable de tres días de conversaciones, ahora rotas, es una vaga promesa formulada por ambas partes para evitar un estallido violento debido a los desacuerdos.

"Podemos negociar durante 100 años más, pero no hay compromiso posible. Kosovo será un Estado", aseguró con voz firme el jefe de Gobierno electo de Kosovo, el exlíder guerrillero albanokosovar Hashim Thaci. El presidente de Serbia, Boris Tadic, respondió que la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la ofensiva militar de la OTAN contra Serbia y colocó al territorio bajo administración de la ONU, garantiza la "integridad territorial" de su país y anunció que Belgrado recurrirá a "todos los medios legales y diplomáticos" para impedir una proclamación unilateral de independencia.

Al margen del compromiso adoptado para evitar una deriva violenta en el territorio, únicamente la parte rusa pudo ver algún elemento positivo en las negociaciones de Baden. "La calidad de los debates y el espíritu de los contactos mejoró", apuntó el representante ruso, Aleksandr Botsan-Kharchenko.

Consumado lo inevitable --la ruptura de conversaciones condenadas al fracaso antes de su inicio-- el camino está libre para un deterioro de la estabilidad que amenaza con salpicar a las vecinas repúblicas balcánicas.

APOYO AL NUEVO ESTADO Amparados en el apoyo explícito de EEUU y una parte importante de los miembros de la UE a sus aspiraciones, la mayoría albanesa proclamará de forma unilateral la independencia. "No podemos dar la fecha exacta de su proclamación, pero "se hará muy rápidamente", dijo el presidente kosovar, Fatmir Sejdu. Los observadores creen que se producirá durante los primeros días del 2008, al tiempo que fuentes diplomáticas afirman que la UE, excepto Grecia y Chipre, está dispuesta a reconocer al nuevo Estado.

La crisis de Kosovo protagonizará la cumbre ministerial de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), que hoy se abre en Madrid. Para el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, toda declaración unilateral de independencia equivaldrá a una "violación" de la ley internacional.