Cualquiera que se imagine unas Navidades en Alemania pensará seguramente en una tierra nevada, con mucho frío y una oscuridad constante coloreada con luces parpadeantes y velas. Obviando la parte de la nieve que desde hace un par de años solo se deja ver en estas fechas en el sur del país, lo demás es bastante exacto. Y aunque en el sur de Europa esto suene a paisaje idílico y vida ideal, a los ciudadanos que viven inviernos de seis meses llega un momento que les cansa y algunos acaban optando por alternativas de lo más curiosas para evadirse de la tradicional navidad alemana.

Una de esas opciones es celebrarla en lugares exóticos y calurosos en el otro extremo del planeta. Pero no todo el mundo puede permitirse un gran viaje y menos en tiempo de crisis. La opción más humilde es entonces refugiarse en lugares como Tropical Island, una especie de parque temático tropical, instalado en lo que fue un descomunal hangar de zepelines.

La superficie interior equivale a ocho campos de fútbol y hoy presume de ser el parque tropical más grande de Europa. Desde la mente de un europeo queda la impresión de ser un megaparque acuático cubierto, a pesar de que intenten enterrar entre palmeras sus toboganes y piscinas.

El caso es que Tropical Island abre sus puertas a las familias que quieren escapar del ganso (que es lo que suelen comer por aquí) y el vino caliente y se decanten por el bikini y las caipirinhas. Por si a alguien le dan las nostalgias una vez dentro, la decoración navideña del lugar se limita a un diminuto árbol junto al bar de la llamada playa del sur (una piscina gigante, con arena de playa y palmeras) y la decoración típica que se vende en las tiendas de recuerdos.

En Tropical Island ni siquiera se han molestado en elaborar un programa para estos días. No hay papá noeles, ni villancicos de fondo, ni menú especial. Parece obvio, por otro lado, si pensamos que los que decidan desembolsar los 25 euros que cuesta la entrada básica estén huyendo del frío. En su densa selva tropical postiza y zonas de música chillout, hay tiendas de campaña equipadas para dormir.