El líder progresista, Romano Prodi, vencedor de las elecciones generales en Italia, continúa con sus consultas para formar el nuevo Gobierno de coalición. Mientras, su rival y perdedor en los comicios, Silvio Berlusconi, sigue sin reconocer la derrota electoral, a la espera de la proclamación definitiva de los resultados en las elecciones al Senado. Il Cavaliere incluso podría seguir bloqueando la proclamación definitiva de Prodi con maniobras parlamentarias.

Los tribunales de apelación de las 26 circunscripciones deberán revalidar los resultados para el Senado. La convicción general es que no cambiarán los resultados en esta Cámara, en la que los progresistas obtuvieron 158 senadores, la derecha 156 y uno los independientes.

Dentro de una semana se deberá reunir por primera vez el nuevo Parlamento, y Berlusconi aún no ha abierto la boca para felicitar a su rival. "Formaremos un Gobierno estable y duradero", tranquilizó ayer Prodi a los italianos. Según el candidato progresista, su Gabinete será una mezcla de políticos y técnicos y, además, estarán presentes unas ocho mujeres.