El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, viajó hoy a Túnez para abordar la llegada masiva de indocumentados a Italia con su homólogo tunecino, Beyi Caid Essebsi, con quien, a pesar de la voluntad de colaboración mostrada, no consiguió cerrar un acuerdo. Tras el encuentro con el primer ministro tunecino, Berlusconi explicó que la firma del acuerdo de colaboración entre ambos países deberá aún esperar y que está previsto que mañana el titular italiano de Interior, Roberto Maroni (también presente este lunes en Túnez), vuelva al país norteafricano para "verificar los resultados" de la comisión que trabaja en el texto. "Ya desde ahora existe la absoluta voluntad por ambas partes de encontrar una solución que va en la dirección del control de la costa. Nosotros daremos nuestra ayuda en términos de medios de tierra y de mar para que el control sea eficiente", dijo Berlusconi en una comparecencia ante la prensa en Túnez. Es posible una solución al tema de la repatriación, "sobre lo que estamos trabajando. Existe la disponibilidad por parte del Gobierno tunecino y existe nuestra voluntad de hacerlo de manera absolutamente cívica", añadió. Ante los más de 22.000 indocumentados, en su mayoría tunecinos, que han llegado a las costas de Italia en lo que va de 2011, el jefe del Ejecutivo italiano propuso hoy a Túnez la repatriación de unos cien inmigrantes al día, a cambio de ayudas económicas para propiciar su reinserción en el país norteafricano. "Sabemos que existe una emergencia y que es un momento difícil para la economía tunecina, con jóvenes que miran a Europa y a la otra ribera del Mediterráneo para intentar crearse una nueva vida donde existe democracia y libertad, y esto es comprensible", comentó Berlusconi. "Hemos valorado la responsabilidad que habéis contraído para asumir el Gobierno del país en el paso histórico a la democracia. Ya os hemos ofrecido nuestra más amplia colaboración, nuestra experiencia y nuestras tradiciones. Os deseamos éxito, de corazón, porque hacéis algo meritorio", añadió, dirigiéndose a las autoridades tunecinas. Asimismo, explicó que la situación actual en la isla italiana de Lampedusa ha mejorado tras el traslado de gran parte de los indocumentados a otras zonas de Italia, pero informó de que anoche desembarcaron más de 800 inmigrantes y eso requiere "otras soluciones". "El flujo de jóvenes tunecinos que buscan una nueva vida de democracia y libertad con nosotros ha creado un inconveniente en una pequeña isla de 5.000 habitantes como Lampedusa, con un flujo de inmigrantes ampliamente superior al número de habitantes", apuntó Berlusconi. Mientras la comisión gubernamental italiana trabaja en Túnez para cerrar un acuerdo con las autoridades tunecinas, Berlusconi piensa ya en la próxima cumbre bilateral sobre inmigración con Francia, que aún no tiene fecha y en la que se prevé que participen los titulares de Interior, Exteriores y Economía. "Hay problemas con el resto de países de Europa, donde muchos inmigrantes quieren al final dirigirse. Tenemos la posibilidad de examinar y resolver esto de modo positivo en la cumbre ítalo-francesa", comentó. Esta reunión, agregó, "servirá para buscar soluciones en esta dirección, dado que muchos inmigrantes han manifestado su deseo de pasar a un país de lengua francesa para reencontrarse con familiares y amigos. Es un problema que deriva de este tsunami humano que se ha producido y se produce aún". Berlusconi reconoció el esfuerzo realizado por las autoridades tunecinas para hacer frente a la llegada al país de unos 150.000 ciudadanos que huían del conflicto en la vecina Libia, una emergencia humanitaria para la que Italia sigue dispuesta a ofrecer su ayuda. Después de un fin de semana de continuos traslados de inmigrantes a otros lugares de Italia, el centro de primera acogida de Lampedusa alberga actualmente a 1.200 indocumentados, frente a los cerca de 6.200 que había en la isla el pasado miércoles, día en el que Berlusconi visitó el lugar. Entre los inmigrantes, en su práctica totalidad procedentes de Túnez, hay un centenar de menores, que en las próximas horas serán traslados a casas de acogida de varias regiones italianas, incluidas las del norte.