Ante un Consejo de Seguridad profundamente dividido sobre si autorizar ya la guerra contra Irak, el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, abogó ayer por la concesión de más "meses" para poder certificar el desarme de Sadam Husein, cuya cooperación comienza a ser "activa", aunque sin ser aún "efectiva e inmediata" como le exige la resolución 1441 del pasado noviembre.

"Aunque exista una cooperación activa por parte de Irak, verificar el desarme no es cuestión de semanas o de años, sino de meses", subrayó el veterano diplomático sueco, que presentó su tercer y crucial informe al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el desarme iraquí.

Blix señaló que, tras un periodo inicial de actitud reacia, el régimen de Sadam está ahora cooperando activamente con los inspectores, "algo que puede deberse a la fuerte presión exterior". Su evaluación, esperada con gran ansiedad sobre todo por los seis miembros no permanentes del Consejo aún indecisos, se hizo eco de los recientes progresos de desarme de Bagdad. Entre ellos destacó el comienzo del desguace de los misiles Al Samud 2, "que constituye una medida sustancial de desarme", la primera desde la década de los 90, según aseguró. "No estamos contemplando la destrucción de palillos de dientes, sino que se están destruyendo armas letales", resaltó.

ARMAS NEUROTOXICAS

Sobre las armas biológicas y químicas, Blix explicó que Bagdad entregó recientemente documentos suplementarios sobre sus arsenales de ántrax y gas neurotóxico VX. Sin embargo, "muchos de estos informes repiten lo que Irak ya había declarado", indicó el jefe de los inspectores, quien precisó que Sadam está haciendo un esfuerzo significativo por aportar información sobre las cantidades de estas armas que dice haber destruido en 1991, tras perder la guerra del golfo Pérsico. "Irak debería darnos más documentos sobre armas prohibidas, ya que sólo se han entregado unos pocos", reclamó.

Aunque Blix se abstuvo cuidadosamente de declarar a Irak libre de armas de destrucción masiva, contradijo las tesis que mantiene Estados Unidos al explicar que sus inspectores no han podido verificar las afirmaciones de Washington sobre la existencia de armas escondidas, y volvió a pedir más información sobre su paradero. "Hasta ahora no se han encontrado instalaciones subterráneas para la producción química o biológica, ni para su almacenamiento", aseguró. EEUU mantiene que toda la información relevante sobre este tema se pasó a los inspectores, según afirmó previamente el director de la CIA, George Tenet.

Blix también citó como otro de los progresos del desarme realizado por el régimen de Bagdad las entrevistas privadas con científicos iraquís que, según dijo, se empezarán a hacer fuera del país para darles mayor credibilidad.

ACUSACIONES "INFUNDADAS"

Por su parte, Mohamed el Baradei, director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que se ocupa de verificar si Irak posee armas nucleares, se mostró mucho más positivo sobre el comportamiento iraquí y declaró "infundadas" las acusaciones de que Sadam intentó comprar uranio a Nigeria para fabricar nuevas armas atómicas.

"En las últimas tres semanas, posiblemente como resultado de una creciente presión de la comunidad internacional, Irak ha cooperado", aseguró El Baradei, para quien las inspecciones de sus equipos están avanzando y haciendo importantes progresos. "Después de tres meses de inspecciones no anunciadas previamente, hasta la fecha no hemos encontrado pruebas o indicios plausibles de la reactivación del programa de armas nucleares", concluyó el inspector de la ONU.