El primer ministro británico, Boris Johnson, quien ha encontrado un país fracturado después de tres años y medio de crisis en torno al brexit, hizo un llamamiento a los británicos a la unidad y a «no discutir demasiado». En un vídeo en el que ni una sola vez pronuncia la palabra brexit ni menciona explícitamente la salida del Reino Unido de la Unión Europea el 31 de enero, Boris Johnson pronunció el tradicional discurso navideño con elogios «a esta época particular del año».

«Pase lo que pase antes, tenemos la oportunidad de celebrar todo lo que es bueno en el mundo y pasar tiempo con familiares y amigos», argumentó el primer ministro. Frente a un gran árbol de Navidad iluminado, el líder conservador hizo un llamamiento al país a reflexionar sobre el año que termina y celebrar «las cosas buenas que están sucediendo», antes de agregar: «Traten de no discutir demasiado con sus suegros, o cualquier otra persona ».

El primer ministro también pidió «recordar a los cristianos de todo el mundo que están siendo perseguidos». «Para ellos, la Navidad se hará en privado, en secreto, tal vez incluso en una celda de la prisión», agregó en este mensaje transmitido el lunes por la noche.

LA SANIDAD / Boris Johnson envió un «enorme agradecimiento» al personal del servicio de salud público, el NHS, debilitado por la austeridad. El dirigente ha sido acusado por la oposición laborista de querer «venderlo» a Estados Unidos por su amistad con Donald Trump.

Por su parte, el líder laborista Jeremy Corbyn admitió las dificultades que afrontó su partido tras la debacle histórica en las elecciones británicas del pasado día 12. Agregó que los laboristas tienen en Navidad una oportunidad para «escuchar, reflexionar y recordar todas las cosas que nos unen: nuestra solidaridad, nuestra determinación para afrontar la injusticia y nuestra esperanza para un mundo mejor».