El presidente de EEUU, George W. Bush, ha pedido una oportunidad a su nuevo plan para Irak y ha alertado de que una retirada de las tropas haría derrumbarse al Gobierno iraquí.Así se ha pronunciado el dirigente en su comparecencia ante un Congreso dominado por los demócratas en su sexto discurso sobre el Estado de la Unión, en el que ha adoptado un tono conciliador, que ha comenzado con alabanzas a la nueva presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, y con un ramo de olivo para el partido de la oposición.En el texto no ha estado presente la postura desafiante de otras intervenciones y la reacción a sus palabras también ha sido diferente esta vez. Los legisladores le han interrumpido mucho menos con sus aplausos y gran parte del hemiciclo no se han levantado cuando los correligionarios de Bush se alzaban para ovacionarle. Esta frialdad es reflejo de la victoria de los demócratas en las elecciones legislativas del pasado 7 de noviembre y del desencanto, incluso entre muchos republicanos, con el conflicto iraquí.La situación en IrakEn el discurso, Bush ha intentado ganarse el apoyo de ambos grupos a su plan para aumentar en 21.500 soldados los efectivos en Irak. Ha afirmado que esta estrategia conlleva "la mejor posibilidad de éxito" y que las consecuencias de una derrota de las tropas aliadas serían "graves y enormes", al considerar que si las tropas estadounidenses se retiran de Bagdad antes de que la ciudad esté segura, "el Gobierno iraquí sería avasallado por los extremistas".El resultado, según su perspectiva, sería una batalla "épica" entre los extremistas chiís, con apoyo de Irán, y los sunís, con respaldo de la red terrorista Al Qaeda, que podría llevar a un conflicto en toda la región. Ante esta perspectiva, el presidente ha apelado a la unidad y ha pedido tiempo a los legisladores para su nuevo plan.El reto del cambio climáticoOtro de los temas que ha abordado ha sido el referente al cambio climático y la dependencia energética. Bush ha admitido por primera vez que el calentamiento global es "un desafío serio" y ha apostado por las nuevas tecnologías para evitar empeorar la situación, si bien no ha hablado de establecer límites máximos de emisiones de gases nocivos. EEUU es responsable por un cuarto de la contaminación con dióxido de carbono en el mundo.Bush ha sido más prolijo al hablar de las medidas que prevé adoptar para disminuir la dependencia de la economía de EEUU a las importaciones de crudo, algo que hace a EEUU "más vulnerable a regímenes hostiles y a los terroristas", según ha dicho. "Es vital que diversifiquemos el suministro de energía de Estados Unidos, y la forma de hacerlo es a través de la tecnología", ha agregado.En este sentido, ha propuesto reducir el consumo de gasolina en un 20% para el 2016 mediante el aumento de la proporción de carburantes alternativos, como etanol, biodiesel e hidrógeno, en la mezcla que entra en el tanque de combustible de los vehículos. Su plan también asume que los automóviles consumirán el 4% menos al año de media gracias a la adopción de nuevos dispositivos, lo que hará caer la demanda de gasolina.El papel de la inmigraciónUna vez más, Bush ha instado al Congreso a aprobar una reforma migratoria que establezca un programa de trabajadores temporales y regularice a los 12 millones de inmigrantes clandestinos que residen en el país. "Tengamos un debate serio, civilizado y concluyente", ha urgido el presidente a los legisladores."Necesitamos mantener la gran tradición del crisol que recibe y asimila a los recién llegados. Necesitamos resolver la situación de los inmigrantes ilegales que ya están en nuestro país, sin animosidad y sin amnistía", ha concluido el presidente estadounidense.