El virrey norteamericano en Bagdad, el general estadounidense retirado Jay Garner, se mostró ayer confiado en que a mediados de este mes empezará a funcionar una Administración iraquí. No es la primera vez que Garner se muestra así de optimista, pero el tiempo empieza apremiar ante el creciente descontento de la población iraquí por el persistente vacío de poder y la falta de trabajo que existe en Irak cuando está a punto de cumplirse el primer mes del derrocamiento del dictador Sadam Husein.

"A mediados de mes empezaremos a ver el núcleo de un Gobierno iraquí con caras iraquís", declaró Garner, quien explicó que la Administración interina estará formada por exiliados y líderes locales que representarán a todo el espectro étnico y religioso del país.

ENTRE SIETE Y NUEVE MIEMBROS

Esta especie de consejo administrativo --que ostentará el poder en el país hasta la formación de un Gobierno interino-- estaría constituido por un grupo de entre siete y nueve miembros.

Entre ellos, Garner sitúa a Masud Barzani, líder del Partido Democrático del Kurdistán; Ahmed Chalabi, del Congreso Nacional Iraquí; Jalal Talabani, de la Unión Patriótica del Kurdistán; Iyad Allawi, del Acuerdo Nacional iraquí, y Abdul Azziz Al Hakim, hermano del líder del Consejo Supremo para la Revolución Islámica en Irak. Un líder cristiano y otro de la etnia suní también formarán parte de este núcleo del próximo Gobierno iraquí.

Garner informó de que Paul Bremer, recién nombrado enviado especial de la Casa Blanca para Irak, llegará al país la próxima semana para supervisar el proceso político de la posguerra. Bremer es un experto en terrorismo y, según filtraciones periodísticas, viene a Irak con un mandato especial del presidente George Bush que le hace responsable de la formación del Gobierno.

Pero todo este movimiento político no satisface a una población iraquí que no cobra sus sueldos, no tiene trabajo y cuya vida cotidiana sigue bajo mínimos. Y será muy difícil de aceptar para esta población que cuadros medios y tecnócratas militantes del partido Baaz (el de Sadam) asuman parcelas de poder, algo, por otro lado, difícilmente evitable, ya que son ellos quienes saben cómo funciona la Administración que EEUU, hasta ahora, no ha logrado poner en marcha.

MEDIDAS DE SEGURIDAD

Mientras, en la población norteña de Mosul, ayer se celebró la primera votación desde la caída del régimen de Sadam. Con un fuerte dispositivo de seguridad, más de 250 representantes de los grupos étnicos de la ciudad eligieron a su alcalde y a los 24 miembros del consejo municipal interino que se hará cargo del funcionamiento de Mosul.

El nuevo gobernador es Ghanin Al Baso, exgeneral del Ejército iraquí de origen árabe. En el consejo estarán presentes representantes árabes, kurdos, cristianos, asirios, turcomanos y la tribu Saiba. Todos juraron su cargo ante el general estadounidense David Petraeus, comandante de la 101 División Aerotransportada del Ejército de EEUU.