Los estudiantes venezolanos prosiguieron ayer las protestas contra el presidente, Hugo Chávez, y su decisión de dejar sin frecuencia de emisión a la cadena Radio Caracas Televisión (RCTV), mientras aún humeaban neumáticos, basura e incluso coches como muestra de los disturbios nocturnos. También los universitarios chavistas se movilizaron para ocupar el centro de la capital, Caracas, al tiempo que, en medio de un aluvión de críticas de todo el mundo, el Gobierno siguió su ofensiva contra los medios privados e internacionales y denunció ante la fiscalía a la cadena estadounidense CNN por incitar a la violencia y a la venezolana Globovisión por instigar al magnicidio. Chávez acusó a la prensa de "mentir y tratar de incendiar las calles de Venezuela" y llamó al pueblo a "estar alerta" ante el riesgo de un nuevo golpe de Estado.

Pisando perdigones disparados el lunes por la policía, millares de estudiantes de la Universidad Central se manifestaron "a favor de la libertad de expresión y de la pluralidad de las ideas, y en contra de la violencia", para ir a concentrarse frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el sureste de Caracas. Un grupo de estudiantes de bachillerato bloqueó la autopista principal y pintó consignas similares en docenas de automóviles. El líder universitario Carlos Rojas destacó que se manifestaron alumnos de "todas las facultades, en defensa de la verdadera democratización de los medios de comunicación".

REACCION CHAVISTA La manifestación coloreada de banderas provocó, como siempre, la reacción de los chavistas. Los estudiantes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, fundada por el Gobierno de Chávez, se hicieron fuertes en el centro de la capital, para rechazar el "vandalismo de sectores opositores que buscan desestabilizar el país con el argumento del ´caso RCTV´". A ellos se unieron estudiantes de otras universidades, como Juan Bora, de la Central, dispuesto a "hacer frente a la ola de violencia desatada en la zona residencial del este de Caracas".

Mientras, el Gobierno denunció a la cadena estadounidense CNN por ilustrar con un vídeo de México las manifestaciones de Caracas --error del que la cadena dio fe enseguida-- y por una imagen en la que Chávez compartía pantalla con un líder de la red terrorista Al Qaeda. Según el ministro de Comunicación --además de periodista--, William Lara, "la CNN emite un mensaje que asocia al presidente Chávez con violencia y muerte".

Asimismo, la venezolana Globovisión "incurrió en el delito de incitación al magnicidio" al mostrar unas imágenes de archivo del atentado contra el papa Juan Pablo II con fondo musical de una canción del panameño Rubén Blades: Esto no termina aquí . Chávez amenazó con cerrar también esa cadena, propiedad del magnate Gustavo Cisneros. Desde Chile, la presidenta Michelle Bachelet recordó a Chaves que la libertad de expresión "es la regla de oro".