Fue, como dijo exultante, su "consagración". Bendecida incluso por varios sacerdotes. El presidente venezolano, Hugo Chávez, ganó por más de ocho puntos porcentuales el referendo del domingo que le permitirá presentarse a sucesivas reelecciones, se postuló ya como precandidato a las elecciones del 2012 y, aunque negó que vaya a perpetuarse en el poder, "porque solo Dios y la Patria son perpetuos", juró con palabras de San Pablo que se consumirá gustosamente en el camino al servicio del pueblo sufriente. Gobernará mientras pueda. "Seguiré todo lo que me quede de vida", prometió.

"Tras una campaña en la que David se enfrentó a Goliat y ganó Goliat, se consolidó una realidad parecida a Cuba", señaló el dirigente opositor Leopoldo López. Frente a los simpatizantes chavistas, una oposición también crecida por el número de votos aseguró que seguirá construyendo una alternativa unitaria, "hasta conquistar una victoria en la que quepan todos los venezolanos".

Si bien nadie se atrevía a pronosticar qué político opositor podrá enfrentarse a Chávez en las urnas, López resaltó el papel que está jugando el "movimiento de jóvenes" en la "construcción de esa Venezuela nueva, tricolor como la bandera".

De momento, el país volvió a amanecer ayer rojo, rojito tras una noche de celebración chavista hasta el delirio. Ya durante la tarde del domingo, cuando aún estaban abiertos los colegios electorales, varios altos cargos del Gobierno y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) anunciaron a bombo y platillo la victoria del y pidieron al "desesperado sector opositor" que aceptara la derrota. Uno de ellos aconsejó incluso a la oposición que se tomara una tila. La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, tuvo que pedir calma durante las tres horas del escrutinio.

Finalmente, Lucena leyó el primer boletín del CNE. Una victoria anunciada. Con más del 94% de las mesas electorales contabilizadas, el obtuvo más de seis millones de votos, un 54,3%, mientras que el no consiguió superar los cinco millones de sufragios, un 45,6%.

ALTA PARTICIPACION La participación fue del 67%. Los cohetes oficialistas empezaron a retronar por todo el país y, también enseguida, Chávez, como había prometido durante su apabullante campaña, salió al "balcón del pueblo victorioso" del palacio presidencial de Miraflores. Y puso una vez más en cadena nacional a todas las televisiones.

"Ha sido una gran victoria del pueblo, una gran victoria de la revolución. Hemos abierto de par en par las puertas del futuro, para seguir el camino del socialismo", proclamó el presidente, vitoreado por una multitud de seguidores. Chávez declaró abierto "el tercer ciclo de la revolución, del 2009 al 2019", y aseguró que va a "redoblar el paso y la marcha de la revolución socialista para construir la patria nueva". En una emocionada e improvisada perorata, el comandante citó igual a Borges que a Unamuno, se inventó la letra de un par de canciones y leyó el primer mensaje de felicitación --naturalmente, de Fidel Castro--.

"Ustedes han escrito mi destino", dijo Hugo Chávez a la gente que lo jaleaba. Y añadió: "Juro que a partir de este instante me consagro íntegramente al pleno servicio del pueblo venezolano. Me consumo y me consumiré en ese servicio". Muchos venezolanos comentaron: "A ver si por fin se pone a gobernar".