Después de que el pulpo Paul acertase la victoria de España en el Mundial de fútbol, los australianos recurrieron ayer a su cocodrilo de agua salada Harry para conocer el ganador de las elecciones que se celebran hoy. A Harry se le ofreció en la ciudad de Darwin dos esqueletos de pollo con la imagen de la actual primera ministra del país, la laborista Julia Gillard, y del conservador Tony Abbott. El saurio devoró el retrato de Gillard.