Los combates entre los rebeldes libios y las tropas de Muamar Gadafi se han estancado en el enclave petrolero de Brega. Los primeros parecen haber hallado la manera de frenar a los gadafistas, que la semana pasada protagonizaron un espectacular avance después de que el lunes los insurgentes llegaran a las puertas de Sirte. Las fuerzas gubernamentales repelieron el ataque y reconquistaron varias ciudades para llegar el jueves a Brega, a 800 kilómetros de Trípoli y a 240 kilómetros al sur de Bengasi, bastión de la oposición. Y ahí se han concentrado los enfrentamientos. Los últimos, el domingo. Los rebeldes se refugiaron en el campus universitario que hay a la entrada de la ciudad por el este, desde donde respondieron al fuego de las tropas gadafistas. Se oyeron fuertes explosiones originadas desde las posiciones de los leales al coronel libio y también procedentes de los ataques de los aviones de la OTAN, que sobrevolaban la región. "La situación es buena. Estamos a las puertas de Brega", aseguraba optimista un portavoz rebelde. Aviones franceses destruyeron blindados de las fuerzas gubernamentales en los alrededores del puerto petrolero de Ras Lanuf, a unos 60 kilómetros al oeste de Brega, según ha informado el Estado Mayor francés. Evacuación de heridos En el capítulo humanitario, un barco fletado por la oenegé Médicos sin Fronteras abandonó el domingo la ciudad de Misrata, que ha sufrido durante 40 días intensos bombardeos por parte de las fuerzas de Gadafi, rumbo a Túnez con 60 heridos a bordo. También un barco turco trasladó a 250 heridos en los combates de Misrata que recibirán tratamiento en Turquía. Antes de partir hizo escala en Bengasi, donde desembarcó un equipo médico, dos ambulancias y dos toneladas de medicinas para atender a los heridos en esta ciudad.