El Gobierno provisional iraquí pidió el martes al secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, el envío a Irak de un emisario especial para estudiar conjuntamente la celebración de elecciones inmediatas en el país.

En un intento por marcar distancias con Estados Unidos, Ibrahim Jaafari, uno de los 25 miembros del Consejo, anunció que el Gobierno iraquí quiere que la ONU tenga un papel que desempeñar en Irak, ahora y en el futuro, y que Francia pueda, junto a otros países, participar en la reconstrucción.

"Las nuevas autoridades iraquís no tienen nada contra Francia", subrayó Jaafari. "Los estadounidenses han asumido la responsabilidad de llevar a cabo una guerra en Irak sin el consentimiento de la ONU, y de pagar el precio de su decisión, en hombres y en dinero. Y aceptan mal que que países que se opusieron a la guerra saquen beneficios de la situación sin haber soportado los gastos", afirmó. "Pero los iraquís --añadió el consejero-- somos conscientes de que la reconstrucción sobrepasa nuestras posibilidades. Queremos dar prioridad a las empresas iraquís, pero tenemos al mismo tiempo que abrirnos al exterior, a todos los países del mundo".

Jaafari anunció que la comisión que viajará a Nueva York para establecer el nuevo papel de la ONU ya está constituida y se entrevistará con Annan el 19 de enero. "No pedimos un imposible, la ONU es un paraguas que cubre a todos los países, incluso a EEUU y al Reino Unido", insistió Jaafari. El Consejo iraquí apoya la celebración de elecciones locales al tiempo que se reanuda la distribución de una cartilla de racionamiento financiada por el programa petróleo por alimentos, como se hizo durante el antiguo régimen.

ARSENALES Y DOCUMENTOS El Ejército estadounidense anunció el martes la detención de 20 presuntos miembros de la guerrilla a los que incautó un importante alijo de armas y documentos relacionados con Al Qaeda. Diez de los detenidos, en las inmediaciones de Baquba (a 60 kilómetros de Bagdad), estaban identificados y pesaba sobre ellos una orden de captura, informó el comandante Josslyn Aberle.

Los soldados del batallón blindado 1-68 de la Cuarta División de Infantería, que llevaron a cabo la operación, se incautaron de dos lanzacohetes, 23 bidones de explosivos y numerosas armas cortas. Paralelamente, en una operación de rutina, los soldados descubrieron cerca de Samarra un escondrijo en el que se guardaban importantes documentos y vídeos.