Decenas de miles de militantes de la oposición yemení se manifestaron hoy en Saná y en otras ciudades del país en una jornada calificada como "Día de la Ira", para insistir en la renuncia del presidente Ali Abdalá Saleh. En Saná, los manifestantes se congregaron desde las primeras horas de la mañana en una plaza delante de la Universidad de Saná, que los opositores llaman "La plaza de los cambios" y donde llevan una semana con una protesta permanente. Los manifestantes corearon eslóganes como "No al diálogo, la salida (del poder) es la alternativa", "Ali, vete, vete", "Pacífica, pacífica, nuestra revolución es pacífica" y "El pueblo quiere el derrocamiento del régimen", tal y como pudo constatar Efe. Los participantes en la protesta portaban además pancartas contra el régimen y banderas de Yemen, Egipto, Túnez y Libia. Ayer, la oposición yemení rechazó la oferta de Saleh de participar en un gobierno de unidad nacional y dijo que mantendrá sus protestas en las calles, que estallaron el pasado 27 de enero al calor de las revueltas de Túnez y Egipto, y se han intensificado en los últimos días. Saleh advirtió en un discurso que dio durante un reunión que mantuvo ayer con dirigentes religiosos, en su palacio en Saná, sobre los riesgos de división en el país en caso de que las protestas le obliguen a renunciar el poder. "No podrán dirigir (el país) ni durante una sola semana, y confirmo eso", dijo Saleh en sus declaraciones, que fueron transmitidas anoche por la televisión estatal yemení. "El Yemen se dividirá incluso en cuatro partes y no sólo en dos, tal y como estuvo antes", añadió, refiriéndose a la etapa previa a la unificación entre el norte y el sur, en 1990. La presión a Saleh para que renuncie al poder, se ha intensificado en los últimos días, con manifestaciones permanentes que se habían llevado a cabo esporádicamente desde el 27 de enero. El presidente, además, ha perdido la lealtad de destacados jefes tribales y diputados del gobernante Partido de la Conferencia Popular, en protesta por el uso de la violencia contra los manifestantes, que ha causado 17 muertos en las últimas dos semanas.