El Defensor del Pueblo ruso, Vladímir Lukin, pidió hoy la puesta en libertad condicional de las dos mujeres del grupo Pussy Riot que cumplen una condena a dos años de prisión por cantar en el principal templo ortodoxo de Rusia.

"Por supuesto, somos partidarios de que será mejor y más humanitario ponerlas en libertad lo antes posible para que piensen en su vida más cerca de sus hijos y de su familia", dijo Lukin, citado por las agencias rusas.

Recordó que ya había expresado su "desacuerdo con decisión del tribunal sobre estas dos damas (Nadezhda Tolokónnikova y María Aliójina), porque creemos que la sentencia es desproporcionada" y agregó las acciones como la protagonizada por Pussy Riot "deben regularse en el ámbito administrativo, y no penal".

Al mismo tiempo, Lukin apuntó que no apoya la plegaria punki contra el actual presidente ruso, Vladímir Putin, que escenificaron las Pussy Riot en la Iglesia de Cristo Salvador de Moscú en febrero del año pasado.

"No somos partidarios de que la gente se realice en los templos, para eso hay muchos otros sitios", subrayó.

Tolokónnikova, Aliójina y María Samutsévich fueron detenidas poco después de su acto de protesta y más tarde condenadas a dos años de prisión por gamberrismo motivado por odio religioso, aunque sólo las dos primeras ingresaron en prisión, mientras que su compañera quedó en libertad vigilada.