El partido del presidente, Nicolas Sarkozy, la Unión por un Movimiento Popular (UMP), salió ayer en defensa de la ministra de Justicia, Rachida Dati, "ante los ataques de los que es hoy víctima". Dati, la ministra icono de Sarkozy, la primera mujer de origen magrebí que ha llegado a la cima de un ministerio en Francia, es el blanco de una serie de descalificaciones que muchos atribuyen a su origen étnico.

El comunicado del secretario general de la UMP, Patrick Devedjian, se suma al apoyo que Sarkozy y su mujer, Cecilia, han expresado a Dati en público. Sarkozy acudió el viernes a una recepción en el Ministerio de Justicia para desearle éxito "porque su presencia es un mensaje dirigido a todos los niños de Francia", y su mujer declaró a Le Nouvel Observateur: "Es más que una amiga, es mi hermana. No la abandonaré nunca".

En los ataques a Dati se mezclan cuestiones políticas y personales. La ley que endurece las penas a los reincidentes y rebaja en ciertos casos la mayoría de edad penal a los 16 años ha suscitado la oposición de jueces, abogados y personal penitenciario. La ley empezó a discutirse ayer en la Asamblea Nacional tras su paso por el Senado, donde Robert Badinter, el exministro de Justicia de François Mitterrand que suprimió la pena de muerte, la calificó de "peligrosa".

DIMISIONES En el ministerio han dimitido cuatro de sus colaboradores, entre ellos su director de Gabinete. La versión oficial lo achacó a "razones personales" y a una reestructuración, pero otras fuentes atribuyeron los abandonos al carácter "autoritario" de Dati.

Mientras, la prensa publicó la implicación de dos de sus hermanos en tráfico de drogas. Hija de un albañil marroquí y de una argelina, Dati y sus 11 hermanos crecieron en un barrio marginal de Chalon-sur-Sa´ne, en Borgoña. Uno de sus hermanos, Jamal, de 35 años, condenado a seis meses de prisión por tráfico de drogas, fue juzgado ayer en apelación en Nancy.