El ministro italiano de Justicia, el democristiano Clemente Mastella, de 61 años, anunció hoy su dimisión, pocos minutos después de que un juez ordenara el arresto domiciliario de su esposa, Sandra Lonardo. Lonardo es la presidenta del Consejo Regional de la región sureña de Campania (cuya capital es Nápoles) y ha sido acusada de un presunto intento de concusión.
"Tiro la toalla. Dimito. Entre el amor por mi familia y el poder, elijo a la familia. Dimito para ser más libre humana y políticamente", dijo Mastella, líder del partido gubernamental democristiano UDEUR, en la Cámara de Diputados. Agregó que después de haber trabajado día y noche para demostrar su "credibilidad y su buena fe como interlocutor de confianza en el mundo de la justicia", se ha dado cuenta de que ha sido visto "por algunas fracciones extremistas" de la magistratura como un "enemigo al que hay que abatir".
En un duro ataque contra la magistratura, con la que lleva enfrentado desde hace meses, Mastella aseguró que se había hecho "ilusiones" de poder recuperar la relación entre política y magistratura y que si en vez de ser su mujer la que está en el punto de mira fuese él "resistiría", "pero han tocado la familia...", subrayó el político sureño.
Lonardo fue detenida por intento de concusión
Un juez italiano, a petición de la fiscalía de Santa Maria Capua Vetere (sur), ordenó hoy el arresto domiciliario de Sandra Lonardo, acusada de intento de concusión (exacción arbitraria hecha por un funcionario público en provecho propio) junto a otros funcionarios. Según fuentes judiciales, el arresto se enmarca en una investigación sobre la sanidad en la región y la esposa de Mastella habría pretendido favores de parte del director general del Hospital de Caserta, localidad cercana a Nápoles.
De momento se desconocen más datos y, según Mauro Fabris, jefe del grupo de diputados del UDEUR, el partido democristiano que forma parte de la coalición de Gobierno y del que es líder Mastella, están "desconcertados y afectados".
Sandra Lonardo afirmó que conoció la noticia por televisión, "que es desconcertante" y que de momento no le ha llegado ninguna notificación oficial. "Estoy serena y no tengo nada que temer. Daré a la autoridad judicial cualquier clarificación que me pida. Creo que este es el amargo precio que junto a mi marido estamos pagando por la defensa de los valores católicos en política y de los principios de tolerancia contra cualquier fanatismo extremo".
El pasado octubre fuentes judiciales desvelaron que Clemente Mastella está siendo investigado por la Fiscalía de Catanzaro (sur del país), que le ha inscrito en el registro de indagados, por un supuesto delito de abuso de poder y de violación de la ley sobre la masonería secreta. Las indagaciones se enmarcan en la llamada operación "Why Not", que dirige el fiscal de Catanzaro Luigi De Magistris, sobre un presunto caso de enriquecimiento ilegal de empresas y de supuestos "hombres cercanos" al presidente del Gobierno, Romano Prodi, a costa de financiaciones de la Unión Europa. Esos políticos y empresarios habrían creado un comité con base en la República de San Marino, donde blanqueaban presumiblemente las financiaciones ilícitas recibidas. Ese supuesto comité estaría relacionado, de acuerdo con las fuentes, con una logia masónica secreta.
Mastella, siempre según las fuentes, está siendo investigado por sus presuntas relaciones con el empresario Antonio Saladino, supuesto "personaje central" del caso y dueño de la sociedad de trabajo temporal "Why Not", que da nombre a la operación. Por este caso también es investigado el primer ministro Prodi, según aseguró el semanario "Panorama", que precisó que las pesquisas se centran en "abuso de poder".
Mastella pidió recientemente al Consejo Superior de la Magistratura que sean trasladados el fiscal De Magistris y el fiscal jefe de Catanzaro, Mario Lombardi, por "graves violaciones deontológicas" cometidas en varios procesos penales. En ambientes políticos y judiciales se tomó la medida como una retorsión por las investigaciones sobre el caso "Why not", lo que fue desmentido de forma categórica por Mastella.
