El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, confirmó ayer que los tres atentados terroristas que el sábado por la noche sacudieron la isla de Bali y causaron 26 muertos y más de 100 heridos fueron obra de suicidas. La policía difundió unas imágenes, grabadas por un videoaficionado, en las que se ve a un hombre con camiseta negra, tejanos y una mochila entrando en el café Raja de Kuta. Segundos después, se aprecia una fuerte explosión procedente del lugar donde estaba el hombre.

"Esta es una de las pruebas que nos hacen creer que se trata de terroristas suicidas", indicó el jefe de la policía de Bali, Mangku Pastika. El mando policial también mostró las fotos de tres cabezas con los rostros desfigurados y que se cree que pertenecen a los tres hombres, jóvenes, que se hicieron explotar en el bar de Kuta y dos restaurantes de Jimbaran. "En los tres sitios hemos hallado una cabeza separada de los pies y los cuerpos están desaparecidos", dijo Pastika.

LA JEMA ISLAMIYA El jefe policial subrayó que los tres suicidas no actuaron solos y que al menos seis personas estuvieron implicadas en los ataques. Fuentes de la lucha antiterrorista afirmaron que la forma de actuar es similar a la utilizada en el pasado por el grupo Jema Islamiya, vinculado a Al Qaeda, pero no osaron atribuir la autoría a esta organización. Por ahora, ningún grupo se ha erigido en responsable de estos actos terroristas.

El presidente Yudhoyono visitó ayer los diferentes escenarios de los atentados, donde subrayó que acciones como éstas reafirman la firmeza de acabar con el terrorismo en Indonesia, país que sufrió el peor atentado de su historia hace tres años, también en Bali, cuando murieron 202 personas."Vamos a aumentar nuestro esfuerzo en la lucha contra el terrorismo", subrayó el dirigente.

La capital de Indonesia, Yakarta, fue puesta en estado de alerta máxima, con 18.000 policías patrullando por sus calles. La embajada de EEUU pidió a sus ciudadanos que extremen las precauciones, informa Reuters.

En Bali, mientras, un día después de los atentados, la población expresaba su temor a un receso del turismo, como ocurrió después del 2002. El turismo constituye el 70% de la economía de la isla y fuentes del sector expresaron su temor a que muchos gobiernos occidentales desaconsejen viajar a Indonesia. Ayer muchos extranjeros adelantaron sus regresos.

Los tres atentados suicidas se cometieron en centros de ocio frecuentados por turistas, aunque sólo 5 de las 26 víctimas mortales son extranjeras.