"Es imposible de detectar el polonio, ya que una dosis mortal cabe en el capuchón de una pluma estilográfica". "Basta una cucharilla de café para matar a una persona". Así de tajante se mostró ayer el profesor de física Miguel Villarrubia, de la Universidad de Barcelona.

El experto asegura que la contaminación por el aire es "muy improbable", ya que las radiaciones alfa tienen escasa capacidad de penetración en el cuerpo humano. Si se ingiere, la sangre transporta la sustancia a órganos vitales y causa una leucemia. J. C.