La policía belga ha desactivado una bomba casera con una pequeña carga encontrada debajo del asiento de un vagón de tren parado a escasos metros de la estación de Lovaina (norte del país).

Los encargados de descubrir el artefacto y avisar a la policía fueron un equipo de limpieza que alertó de un paquete sospechoso debajo de un asiento, informó el diario flamenco De Morgen.

El suceso ha provocado la interrupción durante algunas horas de la circulación de convoyes en la estación, cuyo servicio está ya restablecido y funciona con total normalidad.

Ningún grupo ha reivindicado estar detrás de la colocación del explosivo, que la policía primero calificó de inofensivo, pero que los agentes especializados han descrito como bomba casera.

Un portavoz del servicio de desactivación de limpieza de minas de la armada belga (SEDEE) describió el artefacto como "una bomba artesanal improvisada obra de un manitas"