El Gobierno griego aseguró hoy que el Estado no ejecutará en 2012 ningún desahucio a parados que no puedan abonar los préstamos contratados con el Organismo de Vivienda para Trabajadores, una institución pública que concede créditos hipotecarios a bajo interés para las personas con menos recursos. Así lo prometió hoy el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Yorgos Kutrumanis, en una entrevista con el canal Skaï.

El citado organismo, creado en un principio para construir pisos para empleados con pocos ingresos, es uno de los que la "troika" que forman la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional exige abolir por creer que el Estado compite de forma desleal con las instituciones de crédito privadas.

La promesa de Kutrumanis se suma a la moratoria de 2007 al desahucio de vivienda con créditos privados para los casos en que el deudor desconozca que su hogar estaba hipotecado, sea su única residencia, la deuda no supere los 20.000 euros y demuestre la imposibilidad de pagar la deuda.

Según la ONG Klimaka, la crisis, el desempleo y las medidas de austeridad han tenido un efecto devastador en la sociedad griega y son ya 20.000, un 25 % más que en 2010, el número de griegos sin hogar.

Kutrumanis se sumó a las palabras del primer ministro, el tecnócrata Lukás Papadimos, quien ayer aseguró que no habría recortes de salarios ni de pensiones en 2012, pero matizó que eso sólo será posible si se cumplen "las previsiones actuales de ingresos de las cajas de las Seguridad Social". Tampoco descartó que haya nuevos recortes si la situación empeora.

Además, explicó que en los últimos dos años las arcas de la Seguridad Social recaudaron cerca de 2.000 millones de euros de los 10.000 millones que diversas empresas adeudaban en cotizaciones de ejercicios anteriores. El problema es que parte de esta deuda proviene de empresas que han quebrado, lo que dificulta el cobro.