La comunidad musulmana del Reino Unido ha sido víctima de las primeras represalias tras los atentados de Londres. Desde el pasado jueves se han registrado "varios actos de carácter racista o religioso", según informó ayer Brian Paddick, de Scotland Yard, sin dar más detalles. En uno de los incidentes, una persona ha resultado gravemente herida. "Estamos abordando este asunto muy seriamente", afirmó el responsable policial.

Al menos tres centros culturales y templos, incluida la mezquita de Leeds, han sufrido incendios intencionados en los últimos días en distintos puntos del país. En Bradford, donde hace unos años se produjeron graves disturbios raciales, Abdul Barry Malik, de la Asociación Musulmana Ahmadiya, advirtió de que ninguna comunidad debe ser "el chivo expiatorio". "No debemos echar la culpa a los musulmanes", señaló. Gales ha reforzado la vigilancia en las mezquitas.