La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, ha abandonado el hospital de Nueva York en el que estaba ingresada desde el domingo por un coágulo en la cabeza durante una hora. Clinton ingresó en el Hospital Presbiteriano de Nueva York por una coágulo sanguíneo, que según los médicos se situaba en una vena entre el cerebro y el cráneo. Las imágenes difundidas muestran a Hillary vestida de negro y con gafas de sol, saliendo a pie de las escaleras del hospital con la ayuda de su hija Chelsea y acompañada también por su marido, el expresidente Bill Clinton, muy sonriente. Sin embargo, fuentes gubernamentales han asegurado que Clinton no tiene el alta hospitalaria y que volvió a su habitación dos horas más tarde de haber salido.

Fuentes del Gobierno aseguraron que Clinton salió del hospital para someterse a pruebas en otras instalaciones y que no tiene todavía el alta.

Clinton, que fue filmada mientras abandonaba el Hospital Presbiteriano de Nueva York en una furgoneta junto a su marido Bill Clinton y su hija Chelsea, se encuentra de nuevo en ese centro. La titular de Exteriores fue vista en el exterior del hospital alrededor de las 15:00 horas locales (20:00 GMT), aunque una hora más tarde ya se encontraba de vuelta en el centro tras hacerse pruebas en otro edificio perteneciente al mismo hospital, según ABC.

Ni el Departamento de Estado ni el hospital han proporcionado más información sobre la salida al exterior de Clinton o la posibilidad de que hubiera recibido el alta médica. Clinton ha cumplido ya su cuarto día en el hospital, en el que ingresó el domingo a causa de un coágulo situado en una vena entre el cráneo y el cerebro y derivado de una conmoción que sufrió varios días antes, mientras se recuperaba de una afección estomacal. Estaba previsto que permaneciese dos días más en el hospital.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, aseguró que la funcionaria "está bastante activa y está en contacto telefónico con todos nosotros", pero no quiso dar detalles sobre su estado.

El sábado, un día antes de ingresar en el hospital, Clinton mantuvo conversaciones de alto nivel con el enviado especial de la ONU y de la Liga árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, y el primer ministro y responsable de Exteriores qatarí, Hamad bin Jassim Al Thani. Las imágenes son las primeras en las que se ve a Clinton en público desde el pasado 7 de diciembre, cuando comenzaron sus problemas estomacales.

La convalecencia ya le ha hecho suspender su anunciada comparecencia ante la comisión del Congreso que investiga el ataque contra el consulado de EEUU en Bengasi (Libia), en el que fallecieron el embajador estadounidense, Chris Stevens, y otros tres compatriotas. Su estado de salud levanta dudas sobre su futuro político. Clinton dejará el cargo en enero -será sustituida por el senador John Kerry, una vez que el Senado lo confirme-, y muchos seguidores ven en ella de nuevo a una candidata presidencial por el Partido Demócrata para las elecciones del 2016.