Las autoridades italianas buscan a 13 agentes de la CIA acusados de haber secuestrado en febrero del 2003 en Milán a un ciudadano egipcio sospechoso de terrorismo, según publicó ayer el diario Corriere della Sera. La Fiscalía de Milán tiene "pruebas documentales" de que EEUU aplicó también en Italia la estrategia de arrestos "extraordinarios" contra los sospechosos de terrorismo después de los atentados del 11-S.

La acusación italiana sostiene que los agentes secuestraron al imán egipcio Abú Omar, que fue "trasladado en avión a Egipto, donde fue torturado de manera atroz", según añade el diario italiano. La policía italiana "ha descubierto nombres de cobertura, teléfonos móviles, fotos, pasaportes, cartas de crédito y direcciones estadounidenses declaradas en los hoteles en los que pernoctaron, por grupos, en la semana del secuestro".

Según el rotativo, al menos tres mujeres formaban parte del comando y el jefe de la base de la CIA en Milán, entonces acreditado como diplomático en Italia y que fue sustituido de forma repentina. Las investigaciones permitieron comprobar que, inmediatamente después del secuestro, el supuesto líder del comando llamó a un número reservado del consulado de EEUU en Milán y al jefe de la CIA en la capital lombarda.