Catorce toneladas de anfetaminas, en forma de 84 millones de pastillas con el logo de Captagón, una sustancia consumida y producida por los terroristas del Estado Islámico (EI). Ese es el resultado de una incautación de droga procedente de Siria que realizó ayer en el puerto de Salerno, al sur de Nápoles, la policía de aduanas, y que hubiera tenido un valor de mercado de unos 1.000 millones de euros.

«Se trata de la incautación de anfetaminas más importante hecha por las fuerzas policiales en todo el mundo», manifestó Domenico Napolitano, coronel comandante de la Guardia de Finanzas de Nápoles. Según el militar, la cantidad de anfetaminas aprehendida «deja claro que esta droga no podía ser destinada solamente a la venta en Campania (Nápoles) o Italia, sino que el ámbito de distribución era toda Europa». El cargamento se halló en tres contenedores, escondido dentro de maquinaria y rollos falsos de papel industrial.

El Captagón es un compuesto de fenetilina con otras anfetaminas y estimulantes. Según la agencia antidroga de EEUU, fue producido inicialmente en los años 90 en el Líbano y difundida en Arabia Saudí. Los especialistas señalan que produce euforia, desinhibición y pérdida del juicio, y que es muy usada por los combatientes del EI.