El escándalo de los gastos que sacude la política del Reino Unido culminó ayer con el procesamiento de cuatro parlamentarios. Tras nueve meses de investigación policial y tras examinar las pruebas, la Fiscalía de la Corona decidió que era en interés público el procesamiento de tres diputados laboristas y un miembro del Partido Conservador en la Cámara de los Lores. Los cuatro parlamentarios, a los que se ha aplicado la Ley de Robo de 1968, rechazaron las imputaciones y clamaron su inocencia.

Los laboristas encausados han consultado con sus abogados para tratar de ampararse en los privilegios parlamentarios, para evitar los tribunales y comparecer ante un comité disciplinario. La Fiscalía desestimó por falta de pruebas el enjuiciamiento de un quinto sospechoso y continúa estudiando los documentos de un sexto caso, relativo a un laborista de la Cámara de los Lores.

El director de la Fiscalía, Keir Starmer, fue el encargado de anunciar en una comparecencia televisada los cargos por los que serán juzgados los cuatro políticos. Los laboristas Elliot Morley, David Chaytor y Jin Devine, junto al conservador Paul White de la Cámara Alta, que posee el título de Lord Hanningfield, están citados a comparecer el 11 de marzo ante el Tribunal de Magistrados de Westminster.

Cada uno se enfrenta a una pena máxima de cárcel de siete años, en el juicio que se celebrará más tarde. Elliot Morley esta inculpado por reclamar 18.000 euros de una hipoteca ya pagada. David Chaytor obtuvo la devolución de más de 15.000 euros por el alquiler de un apartamento de su propiedad, y Jim Devine presentó facturas falsas para pedir miles de libras en limpieza y material de oficina.