La Justicia serbia ha confirmado que se cumplen las condiciones para que el presunto criminal de guerra Ratko Mladic sea extraditado al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY). Según dijo una portavoz del departamento especial para criminales de guerra del Tribunal de Belgrado ante la prensa, estas condiciones incluyen que los cargos en contra de Mladic son competencia del TPIY. Con esta decisión, se ha iniciado el proceso de extradición de Mladic, de 68 años de edad, que podría prolongarse una semana, según las leyes serbias. La defensa de Mladic tiene el derecho a recurrir la decisión sobre la extradición en un plazo de tres días, y el Consejo Judicial otros tantos para tomar una decisión definitiva al respecto. Mladic permanecerá en las dependencias del Tribunal de Belgrado hasta que se den todas las condiciones previstas para su extradición. El excomandante militar de los serbios de Bosnia, acusado de genocidio y de otros crímenes durante la guerra bosnia (1992-1995), fue arrestado por la policía jueves en casa de un pariente en la aldea de Lazarevo, cerca de la norteña ciudad de Zrenjanin, después de casi 16 años en búsqueda y captura. La familia de Mladic ha reclamado que éste sea sometido a un "examen médico independiente", supervisado por facultativos rusos, antes de ser extraditado al Tribunal Penal Internacional. El hijo del acusado, Darko Mladic, ha asegurado que su padre tiene una salud muy frágil y que su familia pedirá que se sea llevado a un hospital militar para un "examen independiente", al que pretende que asistan también médicos rusos como testigos. Darko Mladic rechazó algunas afirmaciones de representantes de la judicatura serbia de que la información sobre la delicada salud sea una táctica de la defensa de su padre. "Tiene dificultades en comunicación, su brazo derecho está casi paralizado ya que no puede usar los dedos, y no siente la parte derecha de su cuerpo", subrayó. Agregó que Mladic fue sometido anoche a unos exámenes del corazón y el cerebro, que mostraron dos cicatrices causadas por derrames cerebrales. Darko Mladic indicó asimismo que su padre no se considera culpable de los crímenes de guerra de los que le acusa el TPIY. Darko Mladic, quien indicó que no ha visto a su padre durante más de diez años, y la esposa del acusado, Bosiljka, visitaron durante unas dos horas al exgeneral, por primera vez después de su arresto. La detención de Ratko Mladic, el criminal de guerra más buscado de Europa, ha despertado en Serbia las protestas de una minoría ultra que aún lo considera un héroe, mientras que la inmensa mayoría de la población ha recibido su arresto con calma. Solo en la norteña ciudad de Novi Sad, cercana al pueblo de Lazarevo, donde Mladic pudo haber vivido desde hace años escondido en la casa de un primo suyo, se produjo anoche una manifestación de considerable tamaño. Unos 600 nacionalistas radicales, según los medios locales, se enfrentaron anoche a las fuerzas de seguridad cuando intentaban acercarse al edificio local de la televisión pública RTS. Al ser bloqueado el acceso por las fuerzas de antidisturbios, algunos manifestantes lanzaron piedras contra los agentes. En los enfrentamientos dos personas sufrieron heridas leves, mientras que decenas fueron detenidas. Los partidarios del exgeneral detenido gritaron lemas como "Gracias Mladic", e insultaron al presidente serbio, Boris Tadic, y otros ministros serbios, a quienes calificaron de "ustashi", en referencia a los fascistas croatas. Además, instaron a Tadic a "salvar Serbia" y "pegarse un tiro", informa la emisora independiente B92. Mientras, el centro de Belgrado ha vivido hasta ahora solo una pequeña manifestación con unos pocos cientos de personas. La policía detuvo anoche a 35 manifestantes de forma preventiva para evitar más altercados, aseguran las emisoras locales. Según B92, están vetadas las manifestaciones en la capital serbia, mientras que en todo el país se ha elevado al máximo el nivel de seguridad, para prevenir cualquier tipo de tensiones. No obstante, el opositor Partido Radical Serbio (SRS), liderado por el encarcelado ultranacionalista Vojislav Seselj, ha convocado para el próximo domingo una marcha de repudio en Belgrado. Los ultranacionalistas consideran la detención y posible extradición de Mladic al Tribunal de Justicia Penal Internacional es un acto de traición, por lo que tienen previsto pedir la dimisión del presidente y del Gobierno serbio. Una parte de la población serbia sigue viendo a Mladic como un "héroe de la nación serbia". Hace tres años, cuando fue detenido Radovan Karadzic, otro presunto criminal de guerra serbio, se produjeron grandes manifestaciones, sobre todo en Belgrado, que causaron incluso un muerto y varios heridos. Y cuando la exprovincia serbia de Kosovo declaró su independencia en febrero de 2008 hubo violentas manifestaciones de grupos ultras serbios, lo que las autoridades quieren evitar a toda costa esta vez.