El Gobierno británico estudia crear tribunales especiales para casos de terrorismo, que operarían de forma secreta. Ahora, la policía tiene 14 días para interrogar y acusar formalmente a un sospechoso de terrorismo tras detenerle.

A partir de ese momento, los sospechosos, una vez inculpados, deben pasar a disposición judicial. Desde los atentados de Londres del 7-J, Scotland Yard se ha quejado insistentemente de que el periodo de dos semanas que establece la ley es escaso para hallar evidencias suficientes.

Los nuevos tribunales especiales actuarían de manera previa al juicio y darían la oportunidad al juez de alargar la prisión preventiva. La fórmula fue adelantada el viernes por el primer ministro británico, Tony Blair.

Se trataría de un inusual proceso judicial, a puerta cerrada, en el que no estarían presentes los acusados, aunque sí sus abogados. Estos últimos no podrían revelar la naturaleza de las pruebas contra sus clientes.

Por otra parte, Magdi el Nashar, químico, arrestado en El Cairo por su supuesta vinculación con el 7-J, fue liberado ayer después de que las autoridades egipcias no encontrasen vinculación con los terroristas. La prensa británica especuló con que él pudo fabricar las bombas.

MOHAMED ATTA Y EL 11-S The New York Times reveló ayer que en el verano del 2000, un año antes del 11-S, una pequeña célula militar de EEUU dedicada a tareas de espionaje había identificado a Mohamed Atta y a otros tres de los terroristas suicidas como posibles miembros de una célula de Al Qaeda que operaba en suelo estadounidense, informa Idoya Noain.