El exprimer ministro conservador británico Edward Heath planeó en 1972 una limpieza étnica en Irlanda del Norte para redefinir la fronteras de la provincia con el fin de que la habitaran sólo protestantes, según revelan documentos secretos desclasificados ayer. Tras el trágico suceso conocido como Domingo Sangriento --en el que 13 civiles desarmados fueron abatidos a tiros por el Ejército británico durante una marcha pacífica en Londonderry-- el Gobierno de Heath redactó este plan.

Según estos documentos, el Ejecutivo pretendía desahuciar a unos 300.000 católicos y trasladarlos a zonas fronterizas que serían devueltas a la República de Irlanda. El texto describe la necesidad de crear una "comunidad sectaria" para los protestantes, a expensas de los católicos que se habrían opuesto, por lo que aconsejaba el uso "despiadado" de la fuerza.