La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, recibió hoy en el Palacio de Planalto la banda presidencial de manos de su antecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, quien cerró así oficialmente sus dos mandatos de cuatro años.

Lula, que estaba con la banda en el pecho, recibió a su sucesora y a su vicepresidente, Michel Temer, con un efusivo abrazo, tras lo cual levantó los brazos de los dos en señal de victoria y acto seguido todos se dirigieron al parlatorio (tribuna externa) del Palacio, sede de la Presidencia.

En el parlatorio, el ahora expresidente, que estaba acompañado por su esposa, Marisa Letizia, se despojó de la banda con los colores verde y amarillo de la bandera nacional y se la impuso a Rousseff, seguido de un apretón de manos y otro abrazo.

Rousseff llegó al Palacio de Planalto después de ser investida en el Congreso, donde pronunció su primer discurso como jefa de Estado y de recibir las honras militares, incluida una salva de cañonazos.

La presidenta se dirigió al Palacio a bordo de un Rolls Royce sin capota, de pie y acompañada por su hija Paula, en un corto recorrido durante el cual recibió los vítores de miles de personas que se congregaron en la Plaza de los Tres Poderes.

LULA, EMOCIONADO

La presidenta, que al comienzo de la tarde no pudo usar el automóvil descubierto en el recorrido hacia el Congreso debido al fuerte aguacero que cayó hoy sobre Brasilia, saludó a la multitud mientras que en otro automóvil, igualmente descubierto, le seguían el vicepresidente y su esposa Marcela Temer.

Después de recibir la banda presidencial de manos de un emocionado Lula, Rousseff comenzó en el parlatorio un segundo discurso, esta vez dirigido al pueblo que aguantó al aguacero para expresarle su cariño.

Lula salió así de la escena política brasileña que dominó durante los últimos años y está previsto que abandone esta misma noche Brasilia con destino a Sao Bernardo do Campo, municipio del cinturón industrial de Sao Paulo en el que comenzó su vida sindical y donde tiene su residencia privada.

Rousseff todavía tiene que participar hoy en los saludos protocolarios de los mandatarios extranjeros, en el acto de nombramiento de los ministros y en un cóctel que ofrecerá esta noche en el Palacio Itamaraty, sede de la cancillería.

A los actos de investidura asisten los presidentes de Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, Guinea Bissau, Uruguay, Paraguay, Perú, República de Guinea, Surinam y Venezuela, así como el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón.

También están presentes el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, los primeros ministros de Portugal, José Sócrates; de Corea del Sur, Kim Hwang-Sik, y de Bulgaria, Boiko Borisov.

El presidente de Bolivia, Evo Morales, que había sido confirmado entre los asistentes, no llegó a los actos, y tampoco lo ha hecho la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton.