El primer ministro de Malasia, Najib Razak, dijo hoy que su gobierno no considerará ninguna petición de la familia del fallecido ex líder comunista, Chin Peng, para que sea enterrado en el país, informó la prensa local.

Chin Peng, de 90 años y cuyo nombre real era Ong Boon Hua, murió ayer en Tailandia, donde vivía exiliado desde 1989 tras la firma de un tratado de paz que puso fin a su insurgencia.

"No permitiremos que sea enterrado en Malasia debido a la negra historia que creó", dijo Najib en declaraciones recogidas por la agencia estatal "Bernama".

El primer ministro calificó al ex secretario general del Partido Comunista Malayo como un "terrorista" que será recordado por su crueldad y sus ataques contra las fuerzas de seguridad.

También descartó cualquier participación del gobierno malasio en el funeral que tendrá lugar esta semana en Bangkok.

Chin Peng lideró durante casi tres décadas y hasta 1970 la resistencia comunista, primero contra la ocupación japonesa y después frente a las autoridades británicas, malasias y finalmente las fuerzas tailandesas, hasta que en 1989 un tratado de paz le otorgó asilo en Tailandia.

Najib denunció las atrocidades cometidas por la insurgencia comunista liderada por Chin Peng, sobretodo durante el período conocido como "Emergencia de Malaya" en el que murieron unos 5.000 miembros de las fuerzas de seguridad y civiles.

El exguerrillero pidió en 2000 un permiso de entrada al país que la justicia malasia rechazó definitivamente en 2008 alegando que el ex líder comunista no pudo acreditar su nacionalidad.

El Gobierno malasio también rechazó en 2009 una petición de varias fuerzas políticas que pidieron la vuelta de Chin Peng por razones humanitarias.