Esta mañana ha tenido lugar cerca de la mezquita derruida de Mequínez una oración colectiva en recuerdo de los muertos en la que han participado responsables regionales y provinciales, y numerosos vecinos y familiares de las víctimas, entre las cuales hay al menos dos menores. Posteriormente se ha celebrado el entierro de las víctimas.

El rey Mohamed VI de Marruecos, que envió ayer a los ministros del Interior y de Asuntos Islámicos al lugar para supervisar las labores de rescate, ha anunciado que costeará personalmente las exequias.

Las autoridades apuntan a que las fuertes lluvias caídas durante esta semana en la región de Mequínez fueron la causa determinante de la caída de la torre desde la que se llama a los fieles al rezo en la mezquita.

Sin embargo, algunos vecinos apuntan a que la situación de ese templo, levantado a finales del siglo XVIII, era muy precaria desde hace tiempo y necesitaba una profunda restauración que nunca fue realizada.

SOLIDARIDAD DEL GOBIERNO ESPAÑOL

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha expresado hoy su solidaridad al primer ministro marroquí, Abas El Fasi, por la muerte de 41 personas en el derrumbamiento del minarete de la mezquita en Mequínez.

El derrumbe del minarete de la mezquita de Bab el Berdiyine, situada en esa localidad del centro de Marruecos, ocurrió el pasado viernes 19 y, además de las víctimas mortales, causó heridas a otras 75 personas.

Zapatero ha expresado sus condolencias en un telegrama dirigido a su homólogo marroquí en el que expresa su consternación por las muertes que ha provocado, su soldaridad con las familias de las víctimas y desea un pronto restablecimiento a los heridos.