Más de 20.000 personas esperan en los corredores de la muerte su ejecución. Este es uno de los datos que reveló ayer Amnistía Internacional (AI) en la presentación de su informe anual sobre la pena capital, que el año pasado se aplicó al menos a 2.148 personas en todo le mundo.

Mark Warren, investigador de AI, cifró entre 19.474 y 25.546 las personas actualmente condenadas a muerte en los 76 países que todavía mantienen en su legislación la pena capital. Warren apuntó que es probable que la cifra real sea superior, ya que los datos se basan en información de grupos de derechos humanos, informes de los medios de comunicación y "limitadas" cifras oficiales.

También es "sólo la punta del iceberg" la cifra de 2.148 ejecutados el año pasado que ha podido documentar AI, según el investigador Piers Bannister. De estas ejecuciones, el 94% se concentraron en cuatro países: China, Irán, Arabia Saudí y EEUU.

AI, además, pide a España que elimine la mención de la pena de muerte en la Constitución y que ratifique el protocolo 13 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.