Las autoridades mexicanas han detenido a cuatro personas pertenecientes a una red criminal internacional que pretendía trasladar ilegalmente a Saadi Gadafi, el hijo futbolista del depuesto líder libio Muamar Gadafi, y a su familia a México.

El secretario de Gobernación (Interior), Alejandro Poiré, afirma que en la operación, denominada Huésped, fueron detenidas cuatro personas, dos mexicanos, una canadiense y un danés.

La inteligencia mexicana detectó la operación el pasado 6 de septiembre, y las fuerzas de seguridad "lograron evitar este riesgo, desarticularon la organización criminal de dimensión internacional que pretendía operar este ilícito", señaló Poiré. Los criminales iban a dar a Saadi, de 38 años, y a su familia identidades falsas con supuesta nacionalidad mexicana, con los nombres de Daniel Béjar Hanan, Amira Nayed Nader, Moad Béjar Sayed y Sofía Béjar Sayed.

El plan incluía la adquisición de propiedades en distintos lugares de México, las cuales serían utilizadas para esconder al líder libio, aunque la residencia principal de Gadafi estaría ubicada en Bahía de Banderas, en el estado mexicano de Nayarit, una zona de playa en el Pacífico mexicano.

Exiliado en Níger

Los detenidos fueron identificados como la canadiense Cynthia Ann Ranier, supuesta líder del grupo y encargada de las finanzas de la organización; Gabriela Dávila Huerta (o Dávila del Cueto), una mexicana residente en EE.UU. que presuntamente sirvió como "enlace logístico" y contactó a los falsificadores de documentos; y el danés Pierre Christian Fleisborg, supuesto encargado de la logística. El otro detenido es el mexicano José Luis Kennedy Prieto, que supuestamente se encargó de conseguir la documentación falsa.

Saadi Gadafi nació en 1973, fue comandante de las Fuerzas Especiales libias, y es conocido por su afición al fútbol. Fue futbolista profesional, pero sólo disputó dos partidos en la Liga italiana donde se enfrentó a una sanción por dopaje. Está acusado de ser el instigador del asesinato de un conocido futbolista libio de la década de los 80, y en septiembre pasado logró cruzar la frontera y exiliarse en Níger. Está reclamado por el Gobierno libio.