Las violentas protestas de los musulmanes por la publicación, en varios periódicos europeos, de caricaturas del profeta Mahoma se trasladaron ayer al Líbano, en cuya capital, Beirut, se repitió el asalto e incendio a una representación diplomática danesa, al igual que sucedió el sábado en Damasco. Mientras el Gobierno de Copenhague recomendó a sus ciudadanos que abandonen Siria y el Líbano porque la "situación está fuera de control", algunas voces moderadas se empezaron a oír desde los países musulmanes, como la de la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), que pidió el fin de la violencia contra intereses europeos.
La película de los hechos en Beirut fue muy similar a la de Damasco del sábado: una colérica multitud de miles de personas se personó ante el consulado danés coreando eslóganes religiosos y un grupo de extremistas logró, a pesar de la presencia de las fuerzas de seguridad, entrar en el edificio e incendiarlo. Uno de los manifestantes se vio atrapado por las llamas que él había contribuido a desatar y murió al saltar desde un tercer piso. El ministro de Interior libanés, Hassán Sabaa, dimitió después de los altercados.
CONTUNDENCIA DE LA UE La UE y EEUU reaccionaron con contundencia a esta violenta escalada de la furia en los países musulmanes por las viñetas del profeta. "El Gobierno danés urge a todos los líderes, políticos y religiosos en los países afectados que hagan un llamamiento a sus poblaciones a que eviten la violencia", dijo el ministro de Exteriores danés, Per Stig Moeller.
El alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común, Javier Solana, condenó "en los términos más duros la violencia y amenazas dirigidas contra ciudadanos e intereses europeos en Siria, el Líbano y otros países de la región, que sólo pueden deteriorar la imagen del islam pacífico". La Casa Blanca repitió las condenas y los llamamientos a la paz y acusó al régimen sirio de no haber proporcionado la adecuada protección a las legaciones diplomáticas danesa y noruega.
La jornada dejó nuevos ejemplos de furia musulmana. Irán ordenó regresar a Teherán a su embajador en Copenhague. En Irak, grupos insurgentes hicieron un llamamiento a atacar a las tropas danesas destacadas en el país (más de 500 militares), y a secuestrar a ciudadanos daneses. El Ministerio de Transportes iraquí se unió a la ola de boicots de productos daneses y noruegos, y anunció la congelación de los contratos con estos dos países.
Desde Arabia Saudí, la OCI aseguró que "las reacciones desproporcionadas que sobrepasan los límites de actos pacíficos y democráticos son peligrosas y van en detrimento de los esfuerzos para defender la legítima causa del mundo musulmán".
Pero será difícil que las heridas cicatricen. Ayer, la Liga Arabe Europea, una organización musulmana radicada en Bélgica y Holanda, publicó en su web unas viñetas en las que se veía a Anna Frank compartiendo cama con Adolf Hitler.
