Las autoridades chinas han informado de dos muertes más por el virus de la gripe H7N9 ocurridas este martes, por lo que el número de fallecimientos se eleva hasta 16, al tiempo que se han confirmado varios contagios más en las áreas meridionales del país.

Según la actualización diaria que realiza la Comisión Nacional de Sanidad y Planificación Familiar, hasta ayer el número de afectados alcanzaba los 77, sin que por ahora se hayan detectado signos de que el virus se transmita entre humanos.

El aumento de casos de ayer, 14 más, es el mayor incremento en un solo día de que se ha informado hasta el momento y, como mínimo, ocho de los nuevos infectados se encuentran en un estado "crítico".

Del total de casos, 30 se registraron en Shanghái, 21 en Jiangsu, 20 en Zhejiang --ambas zonas son colindantes con la metrópolis shanghainesa-- y en menor medida en las provincias de Anhui (3 contagiados), Henan (2) y la capital china, Pekín, con una sola infección.

Contacto con aves

Muchos de los contagiados son personas que tuvieron contacto directo con aves, como son los casos de un hombre que se dedica a la crianza y venta de palomas o de una mujer que trabaja en un mercado de aves.

En Hangzhou, capital de la provincia de Zhejiang, las autoridades ordenaron el cierre de dos mercados de aves de corral en el centro de la ciudad y prohibieron el comercio de éstas en 474 mercados más en las zonas rurales, algo que también sucedió en Shanghái y en Pekín.

Por el momento, solamente un niño de cuatro años de Shanghái se ha recuperado del virus, aunque la única persona que ha contraído la enfermedad en Pekín, una niña de siete años, "podría ser dada de alta hoy mismo", según informó la agencia oficial Xinhua.