El depuesto presidente egipcio, Mohamed Mursi, y el resto de dirigentes islamistas acusados han llegado este lunes a la Academia de la Policía, en El Cairo, para ser juzgados por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes en diciembre pasado.

Según han informado fuentes de seguridad, un helicóptero ha trasladado a Mursi a la sede del tribunal, a las afueras de la capital, desde el lugar desconocido en el que está retenido por los militares desde su derrocamiento el pasado 3 de julio.

Los otros 14 inculpados, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) --brazo político de la Hermandad--, Esam al Arian, y el miembro de su ejecutiva Mohamed Beltagui, han llegado al tribunal en vehículos blindados y entre grandes medidas de seguridad.

Las fuerzas del orden han cortado al tráfico la carretera que conduce desde la cárcel de Tora, donde se encontraban presos estos 14 dirigentes islamistas, hasta la Academia de la Policía para evitar eventuales ataques.

Las medidas de seguridad son muy estrictas en torno a la Academia de la Policía, donde varios cientos de simpatizantes de Mursi se han congregado para expresar su rechazo al proceso. Un total de 20.000 miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas se han desplegado en los alrededores del tribunal, han indicado los medios oficiales egipcios.

Las fuerzas de seguridad se han apostado en las carreteras que comunican con la sede judicial, y han reforzado patrullas y puestos de control en el país, ante el temor a que las protestas convocadas por los partidarios de Mursi deriven en nuevos disturbios.

Incidentes en Itihadiya

Mursi y el resto de procesados afrontan cargos por su supuesta implicación en la muerte de manifestantes y en los incidentes desatados en los alrededores del palacio presidencial de Itihadiya el 5 de diciembre del año pasado.

El depuesto presidente no reconoce la autoridad del órgano encargado de juzgarlo --el Tribunal Penal de El Cairo, presidida por el juez Ahmed Sabri--, por lo que su equipo legal asistirá al juicio solo como observador, pero no para defenderle, han informado esta semana los Hermanos Musulmanes.

Conspiración e insultos

Sobre Mursi pesan además otros cargos cuyos juicios todavía no han sido fijados, como los de conspirar con el grupo islamista palestino Hamás, atacar a las fuerzas de seguridad e insultar al poder judicial.

Los Hermanos Musulmanes denunciaron ayer en un comunicado que el juicio es como si "la traición juzgara la honestidad" o "la dictadura a la democracia", y pidió que siga la "lucha pacífica" contra el Ejército egipcio.