El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha criticado la reunión entre el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y el líder del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en el exilio, Jaled Meshal, y ha dicho que esta actuación del mandatario palestino "no es la que mantendría una persona interesada en la paz". "Abu Mazen --apodo de Abbas-- está abrazando al líder de una organización terrorista que el mes pasado dijo que Israel debía ser borrado del mapa", ha argumentado Netanyahu, según ha informado el diario israelí 'The Jerusalem Post'.

Así, el primer ministro israelí ha criticado a Abbas por segundo día consecutivo, tras afirmar el miércoles que el mandatario palestino "está planteándose la unidad con una organización que quiere destruir Israel y que dispara cohetes contra sus ciudades". "Sabemos que todo territorio que evacuemos será controlado por Hamás y por Irán. No permitiremos que eso pase", agregó.

Abbas y Meshal se reunieron el miércoles en Egipto tras mantener encuentros por separado con el presidente del país, Mohamed Mursi, para tratar la reconciliación entre Hamás y Al Fatá. Sin embargo, el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, minimizó las conversaciones en El Cairo, que describió de "exploratorias".

El acuerdo de unidad alcanzado el año pasado permanece en punto muerto y los líderes de ambos grupos se han acusado mutuamente por las continuas detenciones de sus miembros en Cisjordania, donde Abbas tiene el control, y en Gaza, en manos de Hamás desde julio de 2007.

La separación administrativa y territorial se produjo en 2007 tras la victoria de Hamás en las elecciones legislativas de 2006. La victoria del movimiento islámico en los comicios, valorados como justos por lo observadores electorales internacionales, provocó que la comunidad internacional cortara sus ayudas a las autoridades palestinas.

Esto abocó a Al Fatá y a Hamás a unos enfrentamientos que finalizaron con la separación territorial y administrativa de Cisjordania y la Franja de Gaza. Desde entonces, Al Fatá controla Cisjordania --a pesar de no haberse hecho con la victoria en las elecciones-- y Hamás está al frente de la Franja.

Dicho acuerdo de unidad, alcanzado con la mediación de Egipcio, llamaba a ambas partes a formar un gobierno de unidad que supervisaría la celebración de elecciones y la reforma de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que encabeza Abbas, con el fin de incluir a Hamás y a la Yihad Islámica.

Los dos líderes rivales se han acercado después del asalto de Israel sobre Gaza del pasado noviembre, que terminó con un alto el fuego que Hamás considera una victoria, y de la votación en la Asamblea General de la ONU a finales de ese mes que dio a Palestina el estatus de Estado observador no miembro.