El presidente de EE.UU., Barack Obama, presentó hoy su proyecto de presupuesto para el año fiscal 2014 que calificó de un plan "fiscalmente responsable" que permitirá crear empleos y hará crecer la economía.

"Podemos hacer crecer nuestra economía y a la vez reducir nuestro déficit", subrayó Obama en una comparecencia en la Casa Blanca al presentar un plan que hace concesiones a la oposición para intentar un acuerdo presupuestario a largo plazo y que se presenta dos meses más tarde de lo que es habitual.

La propuesta que Obama envió al Congreso contiene un presupuesto de 3,77 billones de dólares, con inversiones modestas en infraestructura y educación, nuevos impuestos a los más ricos y reformas encaminadas a reducir el coste de la Seguridad Social y del programa de salud para jubilados Medicare.

Según el mandatario, "hay un hecho claro e irrefutable: el déficit ya está cayendo".

Con el plan presentado hoy la Casa Blanca calcula que para el año fiscal 2014, que comienza el próximo 1 de octubre, el déficit habrá bajado hasta unos 744.000 millones de dólares, lo que equivaldrá a un 4,4 % del producto interior bruto (PIB) frente al 5,5 % previsto para 2013 (unos 973.000 millones).

Sería la primera vez que el déficit baja de 1 billón de dólares desde 2008.

"Nuestra economía está preparada para el progreso, siempre y cuando Washington no se interponga en el camino", afirmó Obama en referencia a los continuos desacuerdos entre la Casa Blanca y el Congreso sobre el tema presupuestario y la forma de reducir el abultado déficit.

La principal novedad del presupuesto de Obama, el quinto que presenta desde su llegada a la Casa Blanca en 2009, es el compromiso con la reducción paulatina del gasto de la Seguridad Social y del Medicare para intentar lograr el apoyo de los republicanos.

Precisamente esta noche el presidente tendrá una cena privada en la Casa Blanca con 12 senadores republicanos para hablar, entre otros asuntos, del presupuesto y el déficit.

El plan dado a conocer hoy incluye una nueva fórmula para medir el coste de la vida que reducirá los beneficios de la Seguridad Social, sin descuidar la protección a los más vulnerables y a los pobres, según la Casa Blanca.

Además, Obama se compromete a un recorte de 400.000 millones de dólares en el Medicare durante la próxima década y a una reducción de 200.000 millones en subsidios agrícolas y beneficios de jubilación.

Otros 200.000 millones se recortarán de forma "discrecional", el 50 por ciento de ellos en el presupuesto para Defensa.

Por otro lado, Obama aspira a obtener 580.000 millones de dólares en nuevos ingresos por medio de reformas impositivas.

La fundamental es la conocida como "regla Buffett", inspirada en el multimillonario Warren Buffett, según la cual los hogares que ingresen más de 1 millón de dólares al año deben tener una carga impositiva de al menos el 30 %.

También se propone limitar las deducciones fiscales a las familias de rentas más altas.

Con el proyecto de Obama se logrará una reducción del déficit público de 1,8 billones de dólares en la próxima década, de acuerdo con la Casa Blanca.

En cuanto a las inversiones, se destinarán 50.000 millones de dólares a proyectos de infraestructura, 1.000 millones para la creación de 15 institutos dedicados a potenciar la producción manufacturera y 8.000 millones a programas universitarios.

Asimismo, el presidente quiere mejorar el acceso a la educación preescolar incrementando los impuestos federales al tabaco, que prácticamente se doblarán si el Congreso aprueba su propuesta.