Ninguna sorpresa en el alegato de Merkel contra el terrorismo, cuyas manifestaciones considera dirigidas contra todo el sistema occidental, en la primera crisis de su mandato tras el secuestro de una alemana en Irak. Lo que sí causa admiración es la trepidante actividad diplomática de un Gobierno de gran coalición al que se creía más frágil y menos decidido a recuperar la iniciativa en Europa, incluyendo cambios significativos en las prioridades ya que no en las alianzas. Alemania vuelve al centro de la política europea cuando se discute el crucial presupuesto de la UE. La nueva cancillera y su ministro de Exteriores han revisado con rapidez las orientaciones del último quinquenio. Los ejes son: compresión hacia Washington, aproximación a Londres en busca de un acuerdo presupuestario, y recuperación de la influencia en la Europa oriental en detrimento de la relación especial con Rusia. ¿Empieza una gran mudanza en Europa?

*Periodista e historiador.