Más de 500 mujeres, algunas de ellas niñas, fueron violadas en julio y agosto por grupos armados en la República Democrática del Congo (RDC) ante las mismas narices de los cascos azules de la ONU. El organismo internacional entonó ayer el mea culpa y reconoció haber fracasado en su misión de proteger a la población.

"Aunque la responsabilidad principal de proteger a los civiles corresponde claramente al Estado, nosotros también hemos fallado", admitió el secretario general adjunto para Operaciones de la Paz de la ONU, Atul Khare. "Nuestras acciones no fueron las adecuadas, lo que tuvo como resultado una agresión brutal a las poblaciones de la zona", añadió.

Khare hizo estas declaraciones en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, después de exponer el resultado de la investigación preliminar que realizó por encargo del secretario general, Ban Ki-moon. Ban envió a Khare a la RDC después de que a finales de agosto aparecieran las primeras informaciones sobre las agresiones.

Según el relato de Khare, la ofensiva contra decenas de aldeas en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur fue más grave de lo que se creía. El ataque más violento se produjo entre el 30 de julio y el 2 de agosto en 13 aldeas situadas entre las localidades de Bunyampuri, Kibua y Mpofi, donde cientos de personas, entre ellas 28 menores, fueron violadas "de manera sistemática" por guerrilleros congoleños mai-mai y rebeldes hutus de las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR). Khare recomendó al Consejo de Seguridad de la ONU la imposición de "sanciones selectivas" a los líderes del FDLR.

Según la ONU, 242 mujeres fueron violadas en Luvungi, cerca de un campamento de los cascos azules. Algunas de las víctimas relataron a France Presse las escenas de terror que vivieron la noche del 30 de julio. "Todas las mujeres que estaban en el pueblo esa noche fueron violadas. No distinguieron entre viejas y jóvenes. Violaron a las niñas a partir de los 13 años", explicó Monica Tamary, de 30 años.

EL ORO Luvungi es un pequeño centro de negocio del oro, de mala calidad, extraído de forma artesanal por lugareños que operan en las minas y venden el metal precioso a pequeños comerciantes. Las mujeres guardan a veces gramos de oro bajo la ropa. "Yo no he visto jamás que nadie lo esconda en sus genitales, pero los agresores buscaban con los dedos", explicó Monica. Madre de cinco hijos, fue violada por dos hombres. "Cuando entraron en mi casa ya llevaban la bragueta abierta", subraya.

LA ANCIANA Mangaza Zawadi, de 28 años, fue también violada por dos hombres delante de su hija de 8 años. "Uno de ellos pegó a la niña porque lloraba y gritaba", explica. Su marido había huido al bosque. "No podía quedarme para proteger a mi mujer y mi hija. Llevaban armas", se justifica el esposo. Buira Lubunga, de 27 años, fue violada por siete hombres uno detrás de otro, delante de sus cinco hijos.

Ni siquiera Anna Burano, de 80 años, la mujer más anciana del lugar, escapó. Fue también violada. "Me dije: esto se ha acabado; esto es mi muerte".